A propósito de Marcó del pont...

Diario critica de la argentina 12/03/10

¡Vamos, Mecha, todavía!


Por Alejandro Bercovich



Corría el agitado enero de 2002. El Adolfo se acababa de ir, tras declarar la cesación de pagos ante los acreedores privados. Carlos Quaglio, flamante subsecretario de Financiamiento de Duhalde, recibió en su despacho a Mercedes Marcó del Pont como vocera del Plan Fénix, un grupo de académicos que había batallado duro contra la convertibilidad. Se sorprendió por el planteo que le llevó a esa mujer menuda, de voz chillona: “No alcanza con el default. Hay que declarar la moratoria de toda la deuda porque no podemos pagar nada en esta crisis terminal”.



El economista le agradeció la visita pero archivó la idea en su último cajón. Para Duhalde no era momento de pelearse con el FMI ni de irritar más a la banca.



Es cierto, no estamos como en 2002. Pero la deuda sigue siendo una carga insoportable para un fisco al borde del déficit, incluso contando la caja de la ANSES. Por algo los K volvieron a jugarse su futuro con tal de aliviar los desembolsos con las reservas del Central. Y no porque quieran evitar un ajuste, porque –como demostró Claudio Lozano– todo puede pagarse con un par de impuestos nuevos para los sectores que captan ganancias extraordinarias.



¿Cuál es la verdadera Mecha? ¿La que quería ir a fondo en 2002 o la que hasta ayer al mediodía iba a pasar a la historia como la “boquetera” del Central, como la bautizó el cómico Luis Juez? ¿La que daba charlas junto a Hugo Moyano cuando el camionero llamaba a la desobediencia fiscal contra De la Rúa o la que se resignó a defender como un soldado una medida pergeñada por el ex fondomonetarista Mario Blejer y el ex ucedeísta Amado Boudou?.



No basta, como supone el kirchnerismo ciego, con que la jefa del Central reciba a “sectores de la producción” y no sólo a banqueros. Martín Redrado también lo hacía. La diferencia se notará si la inflación no devora este año los sueldos de los trabajadores y si los pobres acceden por fin al crédito, al menos para la vivienda. Ah, y también si alguna vez llega el impuesto a la renta financiera, que Kirchner prometió en 2003 y Mecha siempre defendió.