El Peronismo es el Cancer del País

Este Blog es para empezar a poner un poco de resistencia a la estupidez Nacional de pensar que lo masivo es siempre lo mejor. Un cáncer mientras mas grande se hace, más se multiplica, más crece y se reproduce y sus células se benefician de esta expansión y cada vez son mas pero todo tiene un precio... todo a costa de exterminar al organismo que lo aloja. Esto pasa con el peronismo. Mientras mas son peor es. No hay nada mejor para un peronista que otro peronista y esa es la fórmula: pongase la camiseta del partido del "Pueblo"y no importa si es de derecha, izquierda, fachista o liberal, no importa, sea peronista y sus "compañeros" que no tienen otro interés que el de estar en el poder por la "causa Nacional y popular"(hoy un slogan y totalemente distinto a lo que pensó Peron y Jauretche o Scalabrini Ortiz), lo apoyaran y votaran, a costa de fundir al país, robar, destruir a los mas marginados, a la clase media e irse impunes. Estos no es una afirmación en el vacío, sino lo que ha caracterizado a la política de los últimos 30 años y en este blog demostraremos y documentaremos como ha sucedido. La primera reacción de un peronista es tratarte de "gorila" cuando le refutas algo. Primera falacia: atacar a la persona y no a lo que dice. Ellos nunca argumentan siempre tienen el espíritu patotero de señalar con el dedo a quien no piense como ellos y catalogarlo con diferentes calificativos. Este blog no tiene por objeto enunciar que hay que matar a alguien, eliminarlo u otras de esas barbaridades que se dicen y de las que se agarran los "compañeros" para victimizarse. Es más, es poca mi esperanza de que mis palabras o documentos que aquí postearé sirvan para cambiar algo, a lo sumo es un mero acto de resistencia que me servirá para hacerme sentir mejor y a otros, para que no se sientan tan solos en medio de tanta estupidez colectiva.
El Peronismo es un "movimiento político" que tiene es como el cáncer, mientras más son más devastan y reflejan lo peor de la idiosincracia argentina: la viveza criolla mal usada y la corrupción sin límites. Nos están consumiendo de a poco, ya fundieron el país en la década del noventa, ahora las cosas han mejorado un poco pero esto sólo es el repunte que hay que hacer necesariamente: no hay que cosas robar en un país desvastado.
Los invito de ahora en mas a recorrer este compendio de lo que serán documentos, opiniones y sobre todo ARGUMENTOS acerca de mi forma de pensar, que pretenderán justificar mi punto de vista con algo mejor que frases chauvinistas, falacias contra hombre o frases gastadas e hipóstasis de los 70´.

viernes, 30 de abril de 2010

Aprietes a Periodistas, Caso Larosa y la Situación del Indec

http://www.tn.com.ar/2010/04/21/politica/02185409.html

lunes, 26 de abril de 2010

Lo que se viene


La apuesta de Kirchner es ganar en la primera vuelta, en 2011

Carlos Pagni
LA NACION

Lunes 26 de abril de 2010
Presa de su compulsión a continuar en el poder, Néstor Kirchner se ha abocado a dos tareas descomunales. Una es la construcción de un mundo aparte, distinto del que percibe la mayoría de sus conciudadanos. La otra, el montaje de una ingeniería electoral que distribuya los votos de modo tal que su candidatura a la Presidencia se imponga sin ballottage el año próximo. Ambos cometidos se asientan sobre una sociología muy rudimentaria. Pero Kirchner les dedica casi todo su tiempo.
Los vetos a las leyes que promueve la oposición; las agresiones al periodismo; la pretensión del G-20 de que el Fondo Monetario Internacional supervise la contabilidad pública, y la detención del fisgón Roberto Larrosa en el Ministerio de Economía son hechos desvinculados sólo en apariencia. Detrás de ellos se esconde la dificultad de los Kirchner para abordar fenómenos que no coinciden con lo que ellos esperaban de la realidad.
La oposición obligará pasado mañana a Eduardo Fellner a girar la reforma al impuesto al cheque a las comisiones de la Cámara baja. Diputados cercanos a Felipe Solá pretenden modificar el texto para obligarse a aprobarlo por mayoría absoluta, saldando así la controversia constitucional. La ley regresaría al Senado y, como para insistir en la versión original hacen falta dos tercios, quedaría aprobado. Pero la Presidenta igual vetaría.
No conformes con que rechacen en una solicitada los $ 8000 millones que les corresponden, ella y su esposo esperan que los gobernadores vayan a la Corte Suprema a impugnar lo que apruebe el Congreso. Para disimular esta renuncia al federalismo, Kirchner piensa lanzar hoy con esos mandatarios la discusión de otro régimen de coparticipación. Todos saben que se debate otra cosa: la aspiración del matrimonio a mantener sometido al PJ bajo el yugo de la caja.
Los diputados aprobaron el jueves el nuevo régimen de decretos de necesidad y urgencia, aunque sin dos cláusulas controvertidas: la capacidad del Congreso para anular un DNU y la prohibición de que la Presidenta vete esa ley. Pero mientras la oposición discutía, Jorge Yoma se burlaba: "Sean claros, porque lo que dicen me sirve para redactar los considerandos del veto".
Cristina Kirchner vetará también, como informó ayer La Nacion, cualquier reforma al Consejo de la Magistratura, a pesar de que sus diputados habían pactado un dictamen con el radical Ricardo Gil Lavedra. Ella pretende otro cambio: establecer el juicio por jurados en las causas penales graves.
Los Kirchner han resuelto que la oposición no convertirá sus iniciativas en ley si no cuenta con los dos tercios de los votos, que es la mayoría necesaria para doblegar el veto presidencial. Este criterio se sostiene en que ellos no creen que el parlamento actual exprese la voluntad popular. Y no la expresa porque la derrota del 28 de junio pasado no habría sido un veredicto genuino de la ciudadanía, sino el resultado de un gigantesco complot informativo orquestado por los medios.
El punto de vista de la oposición, entonces, no será tenido en cuenta hasta tanto se desbarate esa conspiración periodística. Primero se intentó hacerlo con la ley de medios. Pero, como los resultados demoran en llegar, el kirchnerismo optó por el escrache, pestilente método fascista con el que ahora se pretenden impartir lecciones de derechos humanos. Es más probable que el espíritu faccioso contamine también esta causa, último vínculo del oficialismo con el discurso progresista.
Un puente
Hay un puente que va de los vetos a la agresión al periodismo: es el empeño de Kirchner por negar lo que ocurre ?la corrupción, la inseguridad, la escalada de los precios, el autoritarismo?, para dar espacio a lo que le convendría que ocurriera.
De la misma matriz conceptual y moral nace la adulteración de las estadísticas sobre pobreza, empleo e inflación, que impide a Cristina Kirchner aceptar un vistazo del FMI sobre sus cuentas, compromiso que ella asumió ante el G-20, en Londres, hace poco más de un año.
La Presidenta soñaba regresar a esa liga con el acuerdo con los holdouts como certificado de buena conducta. Pero ahora deberá justificar que es la única del grupo que no puede exhibir su contabilidad. Tal vez, se apresuró cuando, al anunciar el canje, proclamó: "Volvimos al mundo".
La opacidad de las cuentas públicas permite que, en la Argentina, prospere un primitivo negocio de espionaje como el que habría montado hace ya años Roberto Larrosa, preso ahora por capturar con su lupa y su linterna información que, en una sociedad democrática, no debería estar reservada a quienes pueden pagar esas prestaciones clandestinas. Al penalizar las actividades irregulares de Larrosa, el Gobierno ataca el mismo problema: se propone obturar un circuito informativo en el cual, sospecha, abrevan las consultoras privadas que elaboran los índices que desmienten al Indec.
No debería llamar la atención, entonces, que los vetos, la manipulación del Indec, los ataques a la prensa y el escarmiento para el fisgón Larrosa hayan salido de la misma cabeza. Una cabeza arcaica, que sueña con un apagón informativo capaz de sustituir la realidad que percibe la mayoría por otra menos exigente para su carrera de poder. Es la cabeza de Kirchner.
Sobre esta monotonía el viernes último contrastó un episodio inesperado: Francisco de Narváez fue recibido delante de la prensa por el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera. Este negocia con la Casa Rosada la renovación de la promoción industrial (10.000 puestos de trabajo) y un imprescindible monto de aportes nacionales. ¿Qué temerario arrebato de autonomía lo llevó a fotografiarse con De Narváez? ¿O los Kirchner han entrado, por razones misteriosas, en un trance de pluralismo?
Fantasías. La hospitalidad de Beder fue autorizada desde Olivos e indica que Kirchner está habilitando el interior del PJ para inducir a sus adversarios a competir con él por la candidatura presidencial. Esta ingeniería electoral complementa aquella ortopedia sobre la opinión pública en la que está empeñado.
Unificar
Kirchner sabe que sólo retendrá el poder si el año que viene logra ganar en primera vuelta. En consecuencia, debe unificar al PJ y fragmentar a la oposición. Y el PJ sólo podría unificarse a través de una elección interna. De Narváez está dispuesto a darla. En julio, irá al juzgado de María Servini de Cubría para pedir que no se lo discrimine por haber nacido en Colombia. Después le pedirá a Kirchner que comparta la junta electoral del partido. "Es un iluso, Néstor jamás entregará esa llave", dicen los que conocen al santacruceño. Otro obstáculo de De Narváez es Eduardo Duhalde. "No sé si tiene un acuerdo con Kirchner, pero todo lo que hace es para debilitar a quienes ya demostramos que podemos derrotarlo", sospecha.
Sobre el sistema electoral pesa una enorme incógnita. Los jueces federales pueden declarar la inconstitucionalidad de las primarias a pedido de los pequeños partidos que ven, de improviso, caducar su personería.
Esos jueces están molestos con el nuevo régimen, que les arrebató la administración de los padrones en beneficio de la Cámara Nacional Electoral. La más revoltosa es, como siempre, Servini, que allanó el Registro Nacional de las Personas y amenaza con procesar a su titular, Mora Arqueta. Para Florencio Randazzo, de quien depende Arqueta, es una burla intolerable. Pero la policía está bajo el control de su rival Aníbal Fernández, que desobedece a la Justicia sólo cuando se intenta allanar el sindicato de aeronavegantes, no el Ministerio del Interior.
Kirchner se beneficia con la incertidumbre electoral. El sólo se postulará si ve, en diciembre, que su imagen se recupera. Y su imagen se recuperará si consigue remodelar a la opinión pública. Es un desafío enorme. Pero el único posible para alguien incapaz de remodelarse a sí mismo

Lo que sigue: ataque a intelectuales

Este gobierno sistemáticamente esta axplotan la visión amigo-enemigo desde la acción política. la idea no es la del consenso sino la de condenar, juzgar y atacar a quien no esta con ellos. Esto ya se hizo en la época de Perón y ahora se reinstala. Y estos tipos se maquillan de "Derechos Humanos".
Según la revista Noticias de esta semana Sistemáticamente este gobierno está aplicando los conceptos  del estratega comunicacional del Nazismo Joseph Goebbels:
La simplificación, individualizar al adversario en un enemigo común, léase, Monopolio, Gorilas, golpistas.
La exageración, convertir cualquier anécdota en algo grave, ¿Recuerdan el chiste cuasimafioso de Clarín?
La vulgarización, toda propaganda debe ser efectiva para que sea entendida por la menos inteligente de las personas. Léase toda la batería de slogans Kirchnerista "Futbol para todos" etc.
La verosimilitud, no importa que los argumentos sean falsos, lo importante es que sean creíbles. Léase "sensación de inseguridad", "Inflación del 0,4%", "peligro destituyente", "Los monopolios informacionales".
La repetición, miente, miente que algo quedará, entre otros principios cuya aplicación ya se demostró trágica.
Repudiemos estas prácticas, no volvamos al pasado, el cancer del país está mas activo que nunca y amenaza con postergarse 4 años mas...

Publicado en critica de la Argentina 26/04/2010


Hay Dos detenidos y heridos

Sillazos en la Feria del Libro

Fue durante la presentación de un libro crítico del INDEC, de Gustavo Noriega. El viernes habían agredido a la disidente cubana Hilda Molina


Tal como sucedió el viernes, con la presentación del libro Mi verdad, de la disidente cubana Hilda Molina, la presentación de Indek: historia íntima de una estafa, del periodista Gustavo Noriega, en la Feria del Libro fue interrumpida ayer por un grupo de asistentes que desató un desorden, durante el cual volaron sillas. Se informó que dos personas quedaron detenidas por atentado y resistencia a la autoridad y lesiones. Mientras que tres vigiladores privados sufrieron heridas.

El libro cuestiona las cifras dadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) desde que fue intervenido. La mesa estaba integrada por Beatriz Sarlo, el diputado Claudio Lozano, el ex fiscal Manuel Garrido y una trabajadora del organismo, Cintya Pok.

Entre el público que llenaba la sala Julio Cortázar, había un gran número de trabajadores del INDEC enarbolando con banderas y podía reconocerse al legislador Fabio Basteiro y a otros integrantes de la directiva de la CTA.

Precisamen
te, fue la trabajadora del INDEC quien abrió la mesa, pero sólo pudo hablar durante cinco minutos. Un joven levantó la mano pidiendo la palabra y, cuando se la negaron, empezó a los gritos. La sala empezó a corear “que se vayan, que se vayan” y enseguida comenzaron los empujones.

Un grupo de espectadores, entre ellos madres con chicos que lloraban, optaron por abandonar la sala. La seguridad de la Feria intentó ingresar para sacar al grupo de jóvenes de la sala, pero la pelea entre los dos sectores se generalizó. Volaron sillas por el aire, se derrumbaron partes de los paneles y muchas personas rodaron por el piso.

“Había mucha gente del INDEC. En el medio de la sala se pararon tres tipos y se armó el tole tole. Comenzaron a hostilizar y volaron sillas. Claramente tenían una actitud provocadora y buscaban interrumpir la presentación”, sostuvo Noriega, director de la revista El Amante que colaboró con Critica de la Argentina.

L
os promotores del desorden se definieron como “un grupo de jóvenes que venimos a decir lo que opinamos”. Adentro, soto voce, se rumoreaba que eran de la Unión Personal Civil de la Nación, que no pertenecía al INDEC. En algunas sillas, quedaron volantes firmados Frente de Organizaciones Sociales Peronistas.

Una vez restablecido el orden, con el saldo de cuatro demorados y algunos lastimados producto de los sillazos, la presentación continuó. Dos personas quedaron detenidas, mientras que tres vigiladores debieron ser atendidos por médicos.

“Es muy sencillo el panorama. Para mí esto es una anécdota, pero para la gente del INDEC es cosa de todos los días puertas adentro y sin la protección de los medios. Los trabajadores del INDEC están todo el día sentados con estas patotas”, agregó Noriega. “El libro toca un tema muy polémico y el Gobierno no puede defender su posición en este tema sin violencia”, señaló luego de la presentación.

Sarlo afirmó: “Yo nunca vengo a la Feria del Libro ni acepto presentar libros, acepté presentar éste porque era un acto político y la violencia que hubo aquí demostró que era un acto político, en el mejor sentido de la palabra”.

El viernes 23 hubo un escrache a la médica disidente cubana Hilda Molina, que no pudo presentar su libro. Militantes del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba y estudiantes universitarios irrumpieron en la sala para increpar e insultar a Molina.

viernes, 23 de abril de 2010

La censura y los ataques a la prensa (parte 2)


 

¿Quién está detrás de los escraches?

Por Luis Majul

"Detrás de los escraches y las operaciones está (Néstor) Kirchner", afirmó sin titubear el diputado nacional por el Peronismo Federal, Felipe Solá. Fue ayer, por la tarde, entre sesión y sesión, al responder la pregunta sobre quién supone que impulsa los carteles anónimos contra periodistas, y los ataques personales contra jueces como María José Sarmiento y políticos como Fernando Pino Solanas, la senadora Adriana Bortolozzi o el senador Luis Juez.
Solá recordó con tristeza la agresión que él mismo sufrió en Neuquén, en julio de 2008, después de haber votado contra el aumento de las retenciones a la soja. Y opinó que todo comenzó durante las legislativas de octubre 2005, cuando el kirchnerista Daniel Bravo acusó falsamente a Enrique Olivera de poseer una cuenta no declarada en Suiza. El mismísimo presidente Kirchner, horas antes de la veda electoral, había salido por Radio 10 a pedirle que aclarara su situación. Las sospechas afectaron las chances de la organización política de Elisa Carrió. Bravo reconoció que la denuncia era mentira, pidió disculpas a Olivera y su familia y se retractó. Pero lo hizo dos años después, en sede judicial.
Solá definió a los escraches y las operaciones con denuncias falsas como una forma "fascistoide" de hacer política y reconoció que a partir de su ida del Frente para la Victoria lo empezaron a "putear" en la vía pública. "Y cada tanto me siguen puteando, como si la macana me la hubiera mandado yo" aceptó, resignado.
El ex gobernador de la provincia de Buenos Aires está seguro que detrás de esas acciones se encuentra el ex jefe de Estado. Y cree que es porque quienes las perpetran, utilizan el lenguaje y los argumentos que se le adjudican al propio número uno. Solá piensa que el ex mandatario las impulsa con sus órdenes directas o las tolera con su silencio.
En medio del agobiante clima de resentimiento, no está demás recordar algunas de las acciones más impactantes.
A Cobos se le pararon enfrente de su casa de Mendoza cientos de militantes y le pintaron las paredes de su casa con acusaciones de traidor, horas después de pronunciar su antológica frase: "Mi voto no es positivo".
A los senadores nacionales Gerardo Morales, Guillermo Jenefes, Adriana Bortolozzi también les pintaron las paredes de sus propiedades con distintos tipos de insultos, después de que impulsaran proyectos contrarios al kirchnerismo o facilitaran con su presencia en las bancas el quórum que el bloque del Frente para la Victoria no tenía intención de posibilitar.
En las marchas de "autoconvocados" a favor de la Ley de Medios, además de agitar carteles contra periodistas del Grupo Clarín, se vieron pancartas en contra de colegas como Martín Caparrós y de dirigentes como la diputada nacional Victoria Donda. Caparrós y Donda desprecian a la derecha política y reconocen que los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández tuvieron muchos aciertos, pero no compran el paquete con moño y todo. (Parece que la furia de algunos militantes fanatizados se multiplica contra aquellos que alguna vez fueron considerados "propia tropa").
El actual quizá sea el momento mas "antiprensa" desde 1983. En una escalada que se inició junto con el conflicto del Gobierno contra el campo, decenas de periodistas están siendo insultados, escrachados o desafiados a pelear cerca de sus lugares de trabajo o de sus propias casas. Solo la paciencia de la mayoría evitó que las cosas pasaran a mayores. Algunos kirchneristas creen que la difusión pública de esos hechos de violencia terminaría favoreciendo al Gobierno, porque colocaría a los periodistas en el mismo barro en el que se ensucian la mayoría de los políticos que compiten para conseguir más votos. ¿Serán ellos los que piensan en armar una nueva pegatina de carteles contra otros periodistas que no son del agrado de su jefe?
El ambiente está tan enrarecido que ya provoca fisuras dentro del propio Gobierno, y entre los que apoyan el proyecto político que hoy gobierna la Argentina. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, por ejemplo, está cada día más preocupado por el cariz que están tomando los acontecimientos. El ex ministro de Educación y senador nacional Daniel Filmus no comparte los escraches ni las operaciones y cada vez lo repite en voz más alta, para que lo escuche quien lo debería escuchar.
A Solá le preocupa que nadie, desde el poder central, levante la voz para condenar con firmeza los ataques cada vez más repetidos: "Si desde arriba no le ponen un freno a esto, pueden pasar cosas mucho más graves. Y entonces será tarde para arrepentirse" declaró.

Publicado en Diario "La Nación 22/04/2010"

La censura y ataques a la prensa

Es vergonzosa la idea que este gobierno "democrático" está queriendo instaurar en al opinión pública: todo el que lo critica es golpista, complotado con los intereses monopólicos (que dicho sea de paso ellos favorecen, canje de deuda/ fusion clarin Cablevisión) . Y que solo programas "periodísticos" como 6,7...expresan "todas las voces". Totalmente falso, toda voz que exprese los mensajes del gobierno es PROPAGANDISTICA. O sea si censuramos a los periodistas críticos, los escrachan en "multitudinarias marchas" (¿?) por la ley de radiodifusión y se persigue y hostiga a los que opinen lo contrario estamos en presencia de una política Fascistoide para con la prensa. Esto ya lo hizo Peron, en eso no son originales estos personajes.
Sigamos resistiendo frente a este aparato estatal que manda a los famosos "peronautas" a bardear a los blogs que opinamos lo contrario y con los hackeos que se hacen en los grupos de facebook contrarios al gobierno. Este estado de cosas no puede terminar bien, y lo peor es que glorioso y populoso partido justicialista no se esta dando cuenta...
saludos a todos. Esteban

Diario "Crítica de la argentina" 23/04/2010

Repudio y pedido de informes a la oficina anticorrupción

Advierten sobre escraches “fascistas” a periodistas

Los principales referentes de la oposición parlamentaria acusaron ayer al Gobierno de ser el “autor intelectual” de la hostilidad y los “escraches” contra varios periodistas. El bonaerense Felipe Solá mencionó que desde el retorno democrático en 1983 hasta la fecha “nunca hubo un escrache fascista como el que se está viviendo ahora”. El peronista disidente consideró que la escalada comenzó durante las transmisiones de Fútbol para todos que el Gobierno utilizó para “escrachar” a los camaristas que fallaron en contra del decreto de necesidad y urgencia que permitía utilizar las reservas del Banco Central para pagar compromisos externos.

El jueves pasado, después de la marcha a favor de la nueva ley de medios que se realizó frente a los tribunales, en diferentes sitios de la ciudad de Buenos Aires aparecieron afiches sin firma en los que, debajo de la foto de varios periodistas del Grupo Clarín, preguntaba: “¿Se puede ser ‘periodista independiente’ y servir a la dueña de un multimedio que está acusada de la apropiación de hijos de desaparecidos?”. Ayer, Patricia Bullrich (Coalición Cívica) presentó un proyecto para que la Oficina Anticorrupción responda dónde se imprimieron los afiches, qué empresa realizó la pegatina y quién abonó esas facturas. La legisladora no desconoce que la OA sólo tiene competencias sobre reparticiones estatales, por lo que se desprende que presupone que las acciones fueron solventadas con dineros públicos. Una certeza que también comparte la mayoría de los diputados de la oposición.

Además de condenar las presiones y de solidarizarse con los periodistas, los legisladores se mostraron preocupados porque, de acuerdo con lo pronunciado por Solá, “de las palabras se pasa a los hechos” y después que esto ocurre se suele decir: ‘Esto se veía venir’”.

Los legisladores se pronunciaron también contra el juicio popular contra algunos periodistas por su desempeño durante la última dictadura militar, que Hebe de Bonafini se propone realizar en Plaza de Mayo. La radical Silvana Giudici, titular de la comisión de Libertad de Expresión, consideró “deleznable que quienes sufrieron la persecución de la dictadura insistan ahora en realizar las mismas prácticas de las que fueron víctimas”.

Para demostrar que la utilización de fondos públicos no era una casualidad sino que formaba parte de la política oficial, el radical Oscar Aguad destacó que en 2003, cuando Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada, el Gobierno gastaba 42 mil pesos en publicidad y que en 2009 gastó 1.200 millones.

Pichetto se convirtió en la única voz del oficialismo

Miguel Ángel Pichetto repudió ayer los escraches anónimos y públicos que desde afiches callejeros se realizan contra periodistas del multimedios Clarín. En una emisora del grupo, manifestó su solidaridad y destacó que la metodología “del escrache y de estos carteles es repudiable. Son métodos que en el sistema democrático no sirven”.

La de Pichetto fue la única voz oficialista que se levantó en contra de los carteles contra periodistas. El rionegrino no desaprovechó la ocasión para desligar al gobierno nacional de esos hechos. “No creo que de ninguna manera haya ninguna participación del Gobierno o de algún funcionario, nadie comparte esta metodología, a nadie le gusta que lo pongan en un cartel, más allá de las lógicas tensiones que hay entre la prensa y el Gobierno”, dijo.

Para reforzar esa idea de deslindar las responsabilidades del kirchnerismo, el rionegrino deslizó que los hombres de Gobierno que discrepan con los cuestionamientos que realiza la prensa lo “hacen de frente”.

A este gobierno le conviene que haya pobres

A este tipo de cosas que hace referencia Osvaldo Bazán le apunto a este "movimiento" político. Lean a ver que les parece.

Soy gorila
Desprecio con toda el alma al peronismo cuando usa la pobreza cautiva para perpetuarse en el poder. Gracias a estos peronistas, soy gorila. Osvaldo Bazán.

La primera vez que me gritaron “¡Gorila” fue la noche del 14 de mayo de 1995. Me descolocó. Estaba en el balcón, última borrachera triste de mi vida, whisky importado uno a uno. En el televisor, Menem reía una carcajada platinada, reelecta. Me enojé con el país y con mis compatriotas, cosa que no me había ocurrido en 1989. Aquella vez tampoco lo voté pero pensé que al menos nos sacaba de encima a Cafiero, un señor del que nunca sospechamos tuviese una actividad productiva. Seis años después, siendo ya evidentes la mentira, el indulto, las relaciones carnales, lo votaron a conciencia; lo votaron porque querían Miami, Tinelli y shoppings. Dolía. Por eso, cuando unos pibes chetos pasaron por la calle cantando la marchita, les grité no sé qué y ellos me contestaron con un sonoro: “¡Gorila!”.

Para mí “gorila” había sido hasta ese momento alguien cuyos intereses eran contrarios a los intereses populares. Y yo ahí, un boludo contra el mundo, contra la mayoría que quería Miami, Tinelli y shoppings. Sí, mis intereses no eran los mismos. Era raro, un gorila en la Marcha Federal, un gorila contra el indulto, un gorila contra las privatizaciones, un gorila contra el pensamiento unidireccional de la resignación, un gorila contra los Alsogaray. Que eran parte del gobierno popular, el gobierno peronista. Pero entonces, si ellos estaban allá y yo acá, ¿qué cosa era ser gorila?, ¿qué cosa eran los intereses populares? ¿Leer Página/12 me hacía gorila? ¿Pedir ni olvido ni perdón me hacía gorila?

Los que cantaban la Marcha, eso de combatiendo el capital, me gritaron: “¡Gorila!”

Está bien, todos aceptamos la ideíta: peronismo es movimiento, ni izquierda ni derecha porque no repite gestos de la política europea, eso de que justalibreysoberana, eso de que nada mejor que un López Rega para un Firmenich, nada como un Néstor para un Solá, la alegría de la bicicleta regalada a la que nadie le miró los dientes, las verdades del catecismo, y le temo más que a la oligarquía al espíritu oligárquico que habita entre nosotros y todo eso. Si el peronismo es un montón de cosas, ¿qué enchastro es el gorilismo?

Yo era gorila cuando lamentaba estar en el país de Menem. Kirchner no, Kirchner aseguraba estar con el mejor presidente de la historia. Kirchner y Menem eran peronistas. Pasó el tiempo, los peronistas dicen que no quieren lo mismo que antes, pero siguen siendo peronistas.

Fui gorila cuando insulté a Cavallo por imponer la jubilación privada. Y fui gorila cuando descreí de que los mismos que levantaron la mano para crear las AFJP levantaran la mano para terminar con las AFJP.

Creo que Néstor le regaló “al grupo” (“¡buuuh!, ¡el grupo!, ¡el grupo!”) la fusión entre Cablevisión y Multicanal. Y eso le dio “al grupo” (“¡buuuh!, ¡el grupo!, ¡el grupo!”) un poder que no tenía. Soy gorila por eso. No le creo nada a Néstor su pelea con “el grupo” (“¡buuuh!, ¡el grupo!, ¡el grupo!”). Soy gorila por eso. No creo que Cargill y un chacarero de 200 hectáreas sean lo mismo. No quiero a la Barrick Gold, ni al tren bala, ni los números truchos del INDEC, ni el terror a los trabajadores del INDEC, y entre Reutemann que es peronista y lo mandó matar y el Pocho Lepratti que era un militante social que murió por las balas del peronista, elijo al Pocho. Soy gorila por eso. No creo nada que Cristina quiera la nueva Ley de Radiodifusión. Si usan el canal estatal para pasar cada discurso del presidente del partido y nunca aparecen los opositores, ¿tengo que creer un ataque instantáneo de transparencia comunicacional? Sí creo que Cristina quiere hacer que parezca que quiere la nueva Ley de Radiodifusión. Sí creo que quiere hacer que parezca que está preocupada por la redistribución. Pero si de verdad estuviese preocupada, los trabajadores podríamos tener en la CTA una representación que ahora no tenemos. Y si estuviésemos representados por otros gremialistas, sería más fácil para todos que la redistribución nos sonriera alguna vez. Pero este gobierno no quiere que los trabajadores estén libremente representados si no es por peronistas. Soy gorila por eso. Quiero un montón de cosas por las cuales estos peronistas nunca hicieron nada: matrimonio gay, derecho al aborto, libre representación gremial, separación real de la Iglesia y el Estado. Soy gorila por eso. Quiero la Junta Nacional de Granos que el Cavallo del gobierno popular peronista de 1989 borró. Y no quiero la Junta Nacional de Granos como una chicana en medio de un conflicto que no quieren arreglar. No me gusta la Sociedad Rural, sí la Federación Agraria, ¿cuán gorila soy? Me enoja que una vicejefa de gobierno de derecha que pidió a la gente su voto para llegar ahí, ahora deje su trabajo por la mitad para volver a pedir a la gente que la vote para hacer otra cosa. ¿Eso me hace menos gorila? También me enoja que el intendente de Tigre lo haga.

Le tengo miedo al PROperonismo, ¿soy PROgorila? Desprecio a los candidatos que se presentan a cargos que no piensan ocupar. Desprecio con toda el alma al peronismo cuando usa la pobreza cautiva para perpetuarse en el poder; la zapatilla por el voto es la negación de la vida. Desprecio el cinismo. No soporto una canción más de Copani.

Gracias a estos peronistas, soy gorila.

lunes, 19 de abril de 2010

Pino Solanas habla sobre los "K" y el Innombrable

Mas pruebas aporto aquí para que entiendan de una buena vez que este cancer llamado Peronismo lleve el nombre que lleve y las versiones que tenga (después de Perón, aclaro para los que aún no entendieron) tiene los mismos fines:
Robar, Protegerse las espaldas entre ellos y dar continuidad a una politica mafiosa, corrupta y de caracter clientelista.

domingo, 11 de abril de 2010

No se confundan los K no fueron quienes "levantaron al país"

La crisis económica que estalló en el gobierno del inbécil de De la Rúa se originó en los años 90 con la quita de las actividades productivas. Es decir, se desarmó el cinturón industrial, se favorecieron las importaciones y  se desfavorecio la producción local por lo cual se perdiron millones d epuestos de empleo y el país cayó en una recesión que terminó desencadenandose en el año 2001 con millones de pobres y desocupados.
Con la caída de este modelo de saqueo y devastación dle patrimonio nacional, surge un nuevo contexto donde:
El tipo de cambio real favorece, el ingreso del turismo y de divisas por exportaciones amén de las inversiones que se vuelcan hacia el mercado interno y que antes hacían sus compras en el extranjero.
Por otra parte, surjen miles de pequeñas y meidanas empresas que empiezan a producir todo aquello que antes se compraba de afuera, lo cual generó miles de puestos de trabajo que habían quedados relegados frente a la desindustrialización y un circulante monetario que reflotó la economía.
Oportunamente (suerte y soja) los chinos,e Hindúes entre otros comienzan a comprarnos soja lo cual, retenciones mediante (implementadas por Duhalde no por los K) inyectan de dinero las desvastadas reservas del tesoro nacional.

En este contexto los K comienzan su mandadato, pagan la deuda y siguen adelante. pero hete aquí que una de sus banderas fue el constante crecimiento económico que contribuyeron a mantener con la única medida clara de su "modelo"(¿cual?): mantener el dólar alto y pagarle al fondo monetario internacional.
Pero hete aquí el interrogante: ¿La economía nacinal se restauró gracias a los K?
La respuesta es: NO. La economía Nacional se recupero gracias a cientos d epequeños y medianos empresarios que con su visón, esfuerzo y empuje llevaron adelante sus propios proyectos económicos en un contexto económico que "gracias" a la crisis y a la ruptura del 1 a 1 y a la dependencia del endeudamiento externo y medidas impustas por el fondo Monetario Internacional, CAMBIO.
Los K hacen bandera con que no aplicaron nunca "medidas de ajuste" en la economía...¡Lógico! Si estás en un país dodne la economía crece, donde tenés dinero de las retenciones y recaudacion impositiva record y encima se ha reactivado el consumo; si encima aplicas medidas de ajuste, aplastate las bolas con un mazo porque sos un BOLUDO matriculado. Mejor contexto (con sus problemas y crisis) estos delincuentes que ahora se hacen los paladines y defensores de una "Causa Nacional y Popular".
El cambio es el mismo: cambiar algo para que nada cambie. Nos dejan solos, otorgan algunos subsidios, algunas leyes oportunas pero el sistema es el mismo: con concentracion de la riqueza en manos de unos pocos (lease, Kirchner, Jaime, De vido, Lazaro Baez y sus respectivos socios y testaferros), necesidades básicas insatisfechas (ojo eso si, hay fútbol para todos, total que los hospitales y los pobres revienten), corrupcion política y desigualdades sociales.
Aún esto no cambia, volvemos a los mismo: cantan la marcha peronista, roban y después se hacen los sotas.

Lea y entérese de lo que pasa

Lo que encubre la guerra política


Eduardo Fidanza

Para LA NACION
Viernes 2 de abril de 2010
Publicado en edición impresa

La política moderna es un juego de máscaras, astucias y trifulcas. Pero de vez en cuando los dirigentes se abocan a temas sustantivos. No sucede eso en la Argentina de estos días. Nuestros políticos parecen sumidos en una lucha de posiciones, al modo de la primera Guerra Mundial: han cavado trincheras, avanzan y retroceden en medio de la bengala, usan munición legal y, cuando las cosas se complican, no dudan en acudir al gas mostaza. Pero a no asustarse: es sólo psicodrama.

No obstante, las balas de salva distraen de lo importante. Sugeriré apenas tres hipótesis.

En primer lugar: los bandos principales -los que pueden ganar la batalla- están definidos más por alineamientos electorales (unos quieren hacerse del gobierno; los otros, retenerlo) que por diferencias programáticas.

Otras fuerzas con programas alternativos (de izquierda o derecha) no están en condiciones de ganar. Y si ganaran deberían adecuar

sus planes a la cultura dominante. Segundo, los motivos del combate -el uso de las reservas, el volumen y el financiamiento del gasto, el divorcio de los mercados internacionales de crédito, la inflación- se consideran causas y no consecuencias de antiguos problemas que están todavía irresueltos. Y tercero: a pocos parece preocuparles la calidad de las políticas públicas y su sustentabilidad.

Así, la guerra política argentina tiene algo de absurdo: los enemigos principales no lo son tanto; las cuestiones sobre las que disputan están mal planteadas y no interesa la consistencia de los materiales necesarios para una buena y duradera reconstrucción.

Pero hay algo más: todos están de acuerdo en que el país donde se libra el combate atraviesa por uno de los mejores momentos de toda su historia económica.

Y esto habilita una cuarta hipótesis: la economía privada y el Estado ya no pelean por la escasez, sino por la riqueza que la Argentina crea a partir del mejoramiento del precio de las materias primas exportables, principalmente la soja. El conflicto con el campo fue una expresión de este fenómeno.

Pablo Gerchunoff, un lúcido economista argentino, ha expuesto las razones estructurales de la nueva situación. Gerchunoff se pregunta si no habremos salido, después de muchas décadas, de lo que se llamó el stop and go .

Estas palabras inglesas ilustran un ciclo económico caracterizado, en trazos gruesos, por una fase de expansión (el go ), que incluye el aumento de las exportaciones y el consumo, el consecuente incremento de las importaciones, el déficit de la balanza comercial y de pagos, la aceleración de la inflación y la recesión (el stop ).

No puedo detenerme en el detallado análisis de Pablo Gerchunoff, pero destaco su conciencia generacional. Los sociólogos y los economistas de su época (que es también la mía) estudiaron bajo el rigor del modelo de la Cepal de los años 60. Este sostenía que economías como la nuestra estaban fatalmente condenadas a empujar una piedra irremontable: el llamado "estrangulamiento externo", provocado por la disparidad entre los precios de lo que exportábamos (alimentos y materias primas) y de lo que importábamos (insumos industriales y bienes de capital).

Dicho con sencillez: vendíamos barato, comprábamos caro y cubríamos la brecha con deuda.

No crecíamos: nos faltaban las divisas. Ante las nuevas condiciones, Gerchunoff confiesa conmovido: "Para un hombre de mi generación, la sola sospecha de que los dólares disponibles pueden no ser una restricción para el crecimiento revoluciona la mente".

Sin embargo, el milagro no lo provocó el cambio favorable de las condiciones comerciales por sí solo. La novia estaba preparada cuando llegó el príncipe azul: algunos sectores industriales se habían modernizado y aportaban divisas, y la producción agropecuaria había hecho una transformación crucial en el plano de la tecnología, la estructura de la propiedad y la gestión estratégica de negocios. El día que la soja se valorizó comenzó la fiesta.

Se dijo que Néstor y Cristina Kirchner se habían limitado nada más que a aprovechar el viento de cola. No es tan claro. Ellos implementaron inicialmente una política económica posible y de amplio consenso.

En forma explicita o implícita, la apoyaron el radicalismo, el peronismo y partidos menores, es decir, las fuerzas que reúnen el ochenta por ciento de los votos a nivel nacional.

La política de Néstor Kirchner y de su ministro Roberto Lavagna se basó en una presencia activa del Estado en la economía y buscó favorecer el mercado interno. Sus instrumentos básicos fueron el dólar alto, los aranceles a las importaciones, el incremento del gasto público y la presión impositiva.

Esta política tuvo un logro adicional: renegoció con ventajas la mayor parte de la deuda pública, aprovechando su alto grado de atomización.

El éxito fue estruendoso. Todos los indicadores, de variables duras o blandas, experimentaron un crecimiento excepcional entre 2003 y 2007: el PBI, el empleo, el consumo, la inversión, la confianza en el gobierno y, finalmente, el voto: en las elecciones de 2005 y 2007 el gobierno duplicó su caudal electoral de origen.

Además de recordar lo que fue, quisiera señalar lo que permanece: esa orientación de gobierno -que es más que una política económica- a la que llamaré "pro Estado", sigue siendo compartida, fuera de cámara, por los dos grandes partidos históricos de la Argentina. Lo que se cuestiona ahora, si se quiere, son los excesos del kirchnerismo: la prepotencia institucional, el manejo arbitrario de los fondos federales, la corrupción y la justificación de los medios para el fin excluyente de mantener e incrementar el poder.

Con el trasfondo de ese consenso, kirchneristas, peronistas escindidos y radicales discuten acerca de una pesadilla que vuelve: la inflación. Y la eventual necesidad de implementar medidas de "ajuste" (una palabra maldita) para controlarla.

Los que sustentan un programa alternativo, al que llamaré "pro mercado" (ante todo, los grupos de presión, no aquellas fuerzas que están en condiciones de ganar elecciones), atribuyen la inflación al gasto público y achacan su crecimiento a razones políticas.

La inflación es el impuesto más regresivo. No obstante, resulta sumamente difícil sortear estos dilemas con honestidad intelectual.

Es verdad que no se puede gastar más de lo que ingresa y también es verdad que es peligroso activar con gasto una economía inflacionaria. Pero no es menos cierto que el incremento del gasto facilitó la salida de la crisis de principios de este siglo y también facilitó la salida del reciente colapso internacional.

Por otra parte, en la estructura del gasto hay algunos rubros irracionales, como ciertos subsidios, pero también planes sociales y, ahora, la asignación universal a la niñez, un puntal del programa implícitamente compartido. La salud macroeconómica por sí sola no da de comer.

Estos argumentos no justifican a los Kirchner: sólo los ponen en contexto. Ellos gobernaron mal, con grave irresponsabilidad. Sin embargo, el estilo de liderazgo que adoptaron tiene raíces y tradición. No lo inventaron. Me refiero al presidencialismo fuerte, cuyo mensaje es éste: el poder, en última instancia, reposa en el Ejecutivo.

Los Kirchner, a su modo brutal, ejecutan esa pieza. Emulan a Perón y, sin reconocerlo ni respetar las reglas como él, establecen una línea de continuidad con Raúl Alfonsín. Cuando pasen los años, la historia registrará más parecidos entre estos líderes de los que hoy resultan evidentes. Si es así, también se mostrará que sus aciertos y fracasos son comparables.

Concluyo con el tema tal vez clave: la sustentabilidad.

Los economistas políticos están de acuerdo en un punto: a la Argentina le resulta fácil empezar a crecer; lo difícil es sostenerlo. Buscando responder a esa anomalía, esos especialistas han hecho una advertencia que parece muy relevante. Si es que gracias a las nuevas condiciones superamos el stop and go , lo que seguramente no podremos eludir es lo que llaman go and fail (avanzar y fracasar).

Al respecto, véanse los análisis del economista José María Fanelli, de los que aquí solo puedo dar una indicación. ¿Por qué fracasaríamos? Debido a una matriz compleja de factores económicos, culturales e institucionales. Entre ellos, la incapacidad para establecer reglas y atenerse a ellas, la falta de respeto a los contratos, la ineficacia en la gestión de los derechos de propiedad, las transferencias drásticas de riqueza.

A eso debemos agregar terribles plagas sociales: pobreza, desigualdad, delito, mafias. Los gobiernos de los últimos veintiseis años no vieron estos problemas en su conjunto. El peronismo, con signos ideológicos distintos, administró el país durante diecinueve años en ese lapso, por lo que le cabe una responsabilidad mayor. Las cuestiones irresueltas tampoco parecen angustiar a los políticos de hoy, absorbidos por una guerra vana y encubridora.

Sin embargo, podemos tener cierto optimismo: quizás el ejemplo regional, la dinámica socioeconómica y las oportunidades de crecer que se presentan provoquen un cambio de visión.

No se trata de un problema de modelo. Orientados por el Estado o por el mercado, nuestro despegue se trunca. La cuestión de fondo es reconstruir las conductas, las instituciones y los liderazgos que nos conviertan en un país consistente y progresista.

© LA NACION

El autor es sociólogo y director de Poliarquía Consultores

La infinita Obscenidad 2º parte

Este Artículo viene a colación del texto de Jose Pablo Feinmann que publiqué anteriormente y que hablaba de la obscenidad de los políticos ricos y otros de otra índole por exhibir obscenamente su riqueza.
Esto prueba sobretodo entre quienes se reparte la riqueza, en esto stiempos en que la concentración ha crecido y en los que el crecimiento económico se ve reflejado en la distribución entre unos poco, sobre todo entre los amigos del poder. Si quiere saber más lea la entreda ¿Por que los Kirchner tienen tanta plata? y va a comprender de dónde sacan tanto dinero para comprar y ostentar la riqueza que exhiben con total desparpajo y sin la menor vergüenza.
Dignos, de clase media y sin deberle ni robarle nada a nadie,con indignación y toda la dignidad del mundo, los miramos a los ojos y sabemos quienes somos unos y otros.

Articulo publicado en perfil.com 04/04/2008 (otros enemigos de la causa "Nacional y Popular", lean a Jauretche, se los recomiendo y van a ver que lo de los K es puro slogan..)

ALHAJERO PRESIDENCIAL


En cada aparición, Cristina Kirchner luce joyas que cuestan como una camioneta 4x4



Cristina Fernández de Kirchner no suele repetir un atuendo desde que asumió como Presidenta. En este periodo, y ya como primera dama, ha mostrado su amor por los diseños exclusivos y las carteras de creadores europeos. Es más, en su campaña, lo dejó bien claro: “Para ser buena política no tengo que disfrazarme de pobre”. Pero no ha sido sólo su vestuario sino también sus joyas las que han dado un brillo especial al look CFK. En cada acto, la presidenta usa 50 mil dólares en alhajas, según pudo calcular Perfil.com a través de un relevamiento en diferentes joyerías de alta gama.

En el acto que realizó en Plaza de Mayo, en el que lanzó una durísima crítica al campo e instó a los ruralistas a levantar los cortes de ruta, la Presidenta lucía joyas por un valor similar a una camioneta 4x4: llevaba un Rolex President que ronda los 20 mil dólares, en su mano izquierda un anillo de oro blanco y oro amarillo de 18 quilates, al que llaman solitario con brillante, y la derecha, uno con zafiro de oro y platino, traídos de exclusivas casas del exterior, valuados en 10 mil dólares cada uno. El par de aros también fue tasado en 10 mil dólares.

En las joyerías consultadas por Perfil.com, los especialistas pidieron reservar su identidad y la razón es simple: todos buscan poder seducir a Cristina para tenerla como clienta. Las grandes casas de la ciudad buscan con esmero que se fije en ellos a la hora de elegir sus brillantes, pero ella, por ahora, prefiere darle la espalda a la oferta local y sólo utiliza piezas traídas especialmente desde el exterior.
Estos son los precios que maneja Cristina a la hora de comprar sus accesorios: sus colgantes oscilan entre los 15 y 25 mil dólares; sus anillos con brillantes y piedras preciosas no bajan de los 8 mil dólares y sus aros rondan los 10 mil dólares el par.

Su reloj favorito es Rolex President, de 20 mil dólares, pero en su colección también figura la marca Bvlgari, cuyo valor no es menor a 10 mil dólares.
Tan sólo para hacer una comparación coyuntural, cuando le preguntaron al dirigente rural Alfredo de Angelis por el valor de su camioneta, contestó que era un modelo '94 y había pagado por ella 25 mil pesos. Una Toyota Hilux modelo 2008, el modelo más usado por los productores, cuesta alrededor de 40 mil dólares.
Estas cifras demuestran que la Presidenta maneja todo un presupuesto para alhajas, lo que la ha llevado a figurar en la lista de los 10 presidentes más ostentosos del mundo, mejor conocidos como los reyes de "bling". Ahora, en su viaje por París, la ciudad del glamour y la elegancia tendrá la oportunidad de ver nuevas piezas de oro, platino y diamantes. Habrá que ver si su apretada agenda le da tiempo para poder traerse algo