La apuesta de Kirchner es ganar en la primera vuelta, en 2011
Carlos Pagni
LA NACION
Lunes 26 de abril de 2010
Presa de su compulsión a continuar en el poder, Néstor Kirchner se ha abocado a dos tareas descomunales. Una es la construcción de un mundo aparte, distinto del que percibe la mayoría de sus conciudadanos. La otra, el montaje de una ingeniería electoral que distribuya los votos de modo tal que su candidatura a Los vetos a las leyes que promueve la oposición; las agresiones al periodismo; la pretensión del G-20 de que el Fondo Monetario Internacional supervise la contabilidad pública, y la detención del fisgón Roberto Larrosa en el Ministerio de Economía son hechos desvinculados sólo en apariencia. Detrás de ellos se esconde la dificultad de los Kirchner para abordar fenómenos que no coinciden con lo que ellos esperaban de la realidad.
La oposición obligará pasado mañana a Eduardo Fellner a girar la reforma al impuesto al cheque a las comisiones de
No conformes con que rechacen en una solicitada los $ 8000 millones que les corresponden, ella y su esposo esperan que los gobernadores vayan a
Los diputados aprobaron el jueves el nuevo régimen de decretos de necesidad y urgencia, aunque sin dos cláusulas controvertidas: la capacidad del Congreso para anular un DNU y la prohibición de que
Cristina Kirchner vetará también, como informó ayer
Los Kirchner han resuelto que la oposición no convertirá sus iniciativas en ley si no cuenta con los dos tercios de los votos, que es la mayoría necesaria para doblegar el veto presidencial. Este criterio se sostiene en que ellos no creen que el parlamento actual exprese la voluntad popular. Y no la expresa porque la derrota del 28 de junio pasado no habría sido un veredicto genuino de la ciudadanía, sino el resultado de un gigantesco complot informativo orquestado por los medios.
El punto de vista de la oposición, entonces, no será tenido en cuenta hasta tanto se desbarate esa conspiración periodística. Primero se intentó hacerlo con la ley de medios. Pero, como los resultados demoran en llegar, el kirchnerismo optó por el escrache, pestilente método fascista con el que ahora se pretenden impartir lecciones de derechos humanos. Es más probable que el espíritu faccioso contamine también esta causa, último vínculo del oficialismo con el discurso progresista.
Un puente
Hay un puente que va de los vetos a la agresión al periodismo: es el empeño de Kirchner por negar lo que ocurre ?la corrupción, la inseguridad, la escalada de los precios, el autoritarismo?, para dar espacio a lo que le convendría que ocurriera. De la misma matriz conceptual y moral nace la adulteración de las estadísticas sobre pobreza, empleo e inflación, que impide a Cristina Kirchner aceptar un vistazo del FMI sobre sus cuentas, compromiso que ella asumió ante el G-20, en Londres, hace poco más de un año.
La opacidad de las cuentas públicas permite que, en
No debería llamar la atención, entonces, que los vetos, la manipulación del Indec, los ataques a la prensa y el escarmiento para el fisgón Larrosa hayan salido de la misma cabeza. Una cabeza arcaica, que sueña con un apagón informativo capaz de sustituir la realidad que percibe la mayoría por otra menos exigente para su carrera de poder. Es la cabeza de Kirchner.
Sobre esta monotonía el viernes último contrastó un episodio inesperado: Francisco de Narváez fue recibido delante de la prensa por el gobernador de
Fantasías. La hospitalidad de Beder fue autorizada desde Olivos e indica que Kirchner está habilitando el interior del PJ para inducir a sus adversarios a competir con él por la candidatura presidencial. Esta ingeniería electoral complementa aquella ortopedia sobre la opinión pública en la que está empeñado.
Unificar
Kirchner sabe que sólo retendrá el poder si el año que viene logra ganar en primera vuelta. En consecuencia, debe unificar al PJ y fragmentar a la oposición. Y el PJ sólo podría unificarse a través de una elección interna. De Narváez está dispuesto a darla. En julio, irá al juzgado de María Servini de Cubría para pedir que no se lo discrimine por haber nacido en Colombia. Después le pedirá a Kirchner que comparta la junta electoral del partido. "Es un iluso, Néstor jamás entregará esa llave", dicen los que conocen al santacruceño. Otro obstáculo de De Narváez es Eduardo Duhalde. "No sé si tiene un acuerdo con Kirchner, pero todo lo que hace es para debilitar a quienes ya demostramos que podemos derrotarlo", sospecha. Sobre el sistema electoral pesa una enorme incógnita. Los jueces federales pueden declarar la inconstitucionalidad de las primarias a pedido de los pequeños partidos que ven, de improviso, caducar su personería.
Esos jueces están molestos con el nuevo régimen, que les arrebató la administración de los padrones en beneficio de
Kirchner se beneficia con la incertidumbre electoral. El sólo se postulará si ve, en diciembre, que su imagen se recupera. Y su imagen se recuperará si consigue remodelar a la opinión pública. Es un desafío enorme. Pero el único posible para alguien incapaz de remodelarse a sí mismo
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